SENTIDOS DE LA SEMANA SANTA

De Pixabay

Dar a luz una Pascua inédita. En la sociedad actual, la Semana Santa para los cristianos corre el riesgo de perder su sentido profundo y convertirse solo en unos días de descanso, en un contexto donde se prefiere ignorar el dolor de los que sufren para centrarnos en el gozo y los placeres momentáneos.   Sin embargo, vivir estos días cara a cara con el dolor humano actual es profundamente significativo y una manera de conmemorar la Pasión de Jesús que, implica recordarnos su vida entregada al bien; su juicio injusto, su tortura, su muerte, su soledad y sus angustias… Todo ello infligido con falsedad y traición desde el poder religioso y político de su tiempo. Para Carmiña Navia Velasco, conmemorar la Pasión de Cristo tiene sentido si la conectamos con los dolores y sufrimientos actuales de nuestro mundo: violencias, injusticias, guerras y desigualdades que, por desgracia, se repiten cada día y las observamos como un mero espectáculos que preferimos ignorar. Como seguidores de Jesús, vivir la Semana Santa tendrá sentido si nos despierta a la solidaridad con quienes sufren y nos impulsa a erradicar el dolor y las injusticias, dando paso a la luz de una Pascua inédita: un mundo de relaciones más humanas regidas por el amor y la acogida. ……… Ver el artículo de la poeta y escritora, feminista y colombiana, Carmiña Navia Velasco, en Feadulta.com

¿A QUÉ OLEMOS?, ESCOJO SER PERFUME

Foto de Jill Wellington, Pixabay

Transcribo un artículo que me pasó un amigo (escrito por un hermano Marista). Desconocemos el nombre propio del autor; sin embargo le agradecemos su sabiduría y tino. Desde la fe cristiana, se nos invita a una fe adulta, a un cambio de mirada, a recrear la propuesta que nos hace el Evangelio, ser buenos aromas de Cristo:  ‘Cambiaste mi luto en danzas, me desataste el sayal y me has vestido de fiesta’ (cfr. Salmo 30). Cuaresma, cuarenta días de camino, un proceso de transformación hacia una humanidad nueva. Se nos ha invitado a cada uno -desde nuestra identidad más genuina- a sacar a la luz nuestra mejor versión, reflejo de la humanidad de Cristo. Y para este paso puedo preguntarme…  ¿a qué huelo? ¿qué perfume irradio? El texto nos motiva a perfumarnos la cabeza, a ungirnos, renovarnos por dentro y por fuera con un amor sin medida, dejando atrás la muerte -mis muertes, sombras y oscuridades-, para encontrarme con Jesús Resucitado que me resucita. Este tiempo hacia la Pascua puede ser el ahora, tiempo propicio como comenta san Pablo (cfr. 2Co.,6) para dejarse llevar con fe, esperanza y caridad; y sorprender por Aquel que condujo a Israel por el desierto hacia la tierra prometida. ************************************ EN LA CUARESMA, ESCOJO SER «PERFUME» No parece demasiado cristiano el rito de la ceniza. Es más un rito judío o pagano. Nos recuerda a Jeremías con sus elegías y lamentaciones. Nos recuerda al rey de Nínive, forzando la misericordia de Dios con sus ayunos, harapos y cenizas. Podríamos admitir el uso de la ceniza hasta Juan Bautista, pero más allá, no. Cristo prefiere el ungüento y los perfumes. Lo llamamos el Ungido. Acepta para los pies el ungüento de la mujer pecadora y el perfume de María en los pies y en la cabeza. Ciertos ritos de ceniza son expresión pesimista de la conversión, apoyada con «Recuérdate, hombre…». ¿Es necesario que nos recuerden tan gráficamente la fugacidad de la vida? “Ungidos por el Espíritu” Tú, «cuando ayunes, perfúmate». Lo que es cristiano no es el miedo, sino la alegría. La visión cristiana de la vida es serena y esperanzada. Para un cristiano, el cuerpo es templo ungido por el Espíritu, no simple materia próxima a la descomposición. La misma ofrenda del Cuerpo de Cristo y de todo cristiano es «perfume de suave aroma» (Ef. 5,2). Todos estamos llamados a ser «el buen olor de Cristo» (2Cor. 2,15). El perfume es más cristiano, porque alegra y cautiva. También el cristiano debe irradiar alegría y encanto. Por eso, perfúmate. ¿No se podría pensar en un cambio de rito? Imaginaros que, siguiendo el consejo evangélico, el miércoles, inicio de cuaresma vertiéramos unas gotas de perfume a nuestras cabezas, pronunciando estas o semejantes palabras: «Recuerda, cristiano, que estás llamado a ser el buen olor de Cristo», o, «Recuerda cristiano que has sido ungido por Cristo». Y, en consecuencia, de acuerdo con los sentimientos y actitudes de Cristo, este miércoles inicio de Cuaresma ya no se llamará miércoles de ceniza, sino miércoles de los perfumes. Es la transformación que a nuestro rito penitencial realiza quien «cambia el duelo en danzas y el sayal en traje de fiesta». INTRODUCCIÓN “Tú, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara” (Mateo 6,17). Estas palabras de Jesús, que la Liturgia nos ofrece el miércoles de ceniza, siempre me han gustado mucho, me han llegado al corazón. Son para mí como una invitación a empezar algo nuevo; cómo cuando me lavo y me perfumo al salir de casa, para emprender un día nuevo, para ir a una fiesta o encontrarme con alguien. “Perfúmate la cabeza” me recuerda, un año más, que empieza un tiempo nuevo, que debo salir de mis rutinas y dejarme conducir y sorprender por Aquel que condujo a Israel por el desierto, hacia la tierra prometida. Perfumate la cabeza” me suena en el orden de salida, la invitación a una aventura de cuarenta días que me renovará por dentro y por fuera, que me introducirá en la maravilla de su amor, un amor sin medida, con el que siempre he soñado; una aventura que, en sólo cuarenta días, me llevará a dejar atrás la muerte, mi muerte, ya encontrarme de cara con mi resurrección… y con Jesús, el Señor Resucitado. ORACIÓN: ¡QUÉ BUEN OLOR QUE HACES, DIOS MÍO, QUÉ BUEN OLOR! Por donde pasas, dejas el rastro de tus perfumes y todo huele a ti, todo huele a Dios. La Creación entera, llena de bondad y de belleza, huele a ti. Nos sentimos felices bajo tus estrellas, disfrutamos en tus bosques y arroyos, nos conmueve la luz de tus atardeceres y la inmensidad del mar. El hombre y la mujer que Tú creaste, tienen aroma a ti. El masculino y el femenino, el vigor y la ternura, las casas bien hechas, las cosas bien hechas nos acogen, nos seducen y nos huelen a ti. ¡Dios mío, qué buen olor!, y ¡cómo huele el mal que quiere estropearlo todo! Dios mío, ¡qué buen olor!, olor a Belén y Nazaret, olor a Cafarnaúm ya Betania, olor a hospitalidad: la creación es hospitalidad para todos. El hombre y la mujer son hospitalidad cuando evitan hacer mal olor por el egoísmo. La Iglesia es hospitalidad, hogar común de todas las naciones. Nuestro pasado, que Tú acoges siempre, huele a tu hospitalidad. Nuestro presente, que tú siempre acompañas, huele a tu acogida silenciosa y fiel. Nuestro futuro que tú nos preparas huele a hospitalidad, de la santa y bella mesa de la Trinidad a la que todos estamos invitados, a la que todos somos conducidos, donde todos somos esperados. El mayor pecado consiste en: no acoger al otro, despreciarlo, no servirle, no desplegar el ritual, el amor y el detalle de la hospitalidad. En esta Cuaresma Santa, Dios mío, concédenos correr hacia Ti, atraídos por tus perfumes… y concédenos el don y el perfume de la hospitalidad de Abraham, nuestro Padre en la fe, que acogió al mismo Dios acogiendo a tres caminantes. Te lo pedimos y nos

Libertad, libertad

Imagen de Shimabdinzade en Pixabay

Libertad, libertadte he buscado sin alientoy no encontrándote, lamentola pena de haber vivido siendoveleta sin horizonte, sin cielo. Libertad, libertadbuscándote he perdido el tiempome he desgastado y me he impuestocadenas, grilletes, losas… y todopara acabar más exhausto, más muerto. Libertad, libertaden mi ceguera no he vistoque dentro de mi te hallabaslibre como el viento,tan libre como te soñaba. Déjame pues que te canteque cantándote reflejoel sentimiento que llevo dentroy para los demás expresogratitud sin receloamor,… que sólo amando, libertad, verte puedo. Alfredo RubioBarcelona, 22-XI-84 Visualizalo en https://www.instagram.com/p/DHqa9xtMHOv Voz de Claudia Soberón

Rabbuní

Manuela Pedra Pilar (+ 10 de julio 2015) fue miembro de la Colegiata Cielo en la Tierra. El libro “Rabbuni, La revelación inagotable” es parte de su legado. En él contempla la vida de María Magdalena. Nos muestra como su figura y su rol fueron silenciados o deformados a través de la historia de la Iglesia. En el capítulo I: “Una revelación sin desvelar” escribe: “el motivo central de este trabajo es: mirar y ver, escuchar de nuevo una Palabra evangélica y abrirnos a ella desde otros presupuestos para intentar descubrir, no solamente lo ya sabido, sino además eso bueno y nuevo que aun estando ahí desde siempre, ha permanecido durante siglos oculto y silenciado”. La reflexión rescata con claridad un carisma no reconocido, y abre de esta manera nuevas perspectivas para la consideración de la mujer en la historia de la salvación. Para comprar el libro: secretaria@colegiatacieloenlatierra.org

Figuras bíblicas: arquetipos del ser humano

¡Cuántas cosas podemos aprender de Javier Melloni en 23 minutos! En este breve vídeo Javier nos invita a reflexionar sobre las figuras bíblicas como arquetipos del ser humano. Nos comparte la historia de Moisés, cuyo nombre significa «el que ha sido rescatado», y nos muestra cómo el Faraón representa a esos «faraones» internos que nos esclavizan y nos impiden ser quienes realmente somos. Las plagas en Egipto no son castigos, sino las consecuencias de someternos a esos faraones interiores. Relaciona el viaje por el desierto con el camino de nuestras propias vidas y ofrece interpretaciones innovadoras sobre las 10 Palabras y la tierra prometida. Al mismo tiempo, hace una lectura histórica, destacando la tensión que había y hay entre la función sacerdotal y la función profética y señala la tentación de encerrar lo sagrado y Dios en el Templo. Javier Melloni sitúa claramente a Jesús en el mesianismo profético. Vale la pena escuchar a Javier, que enriquece nuestra comprensión de los textos bíblicos, y nos brinda nuevas perspectivas.

Aspiramos a vivir en paz

Recomendamos leer este excelente artículo del obispo de San Feliu de Llobregat.– la guerra es siempre una derrota para la humanidad– el armamentismo y la escalada bélica son una locura– hay una creciente manipulación de la opinión pública mediante la difusión de narrativas que justifican la guerra– los pueblos y los ciudadanos aspiran a vivir en paz https://revistaecclesia.es/rearme-europa-paz-dialogo-doctrina-social-iglesia

Sabré morirme

Sabré Morirme - E. Akyurt, Pixabay

Es una mujer, inquieta, poetiza, actriz, y no deja de sorprendernos. Magdalena S. Blesa, ha publicado varios poemarios, llenos de vida, aprendizajes, inquietudes y reflexiones sobre la vida, la familia, los otros, los que sufren, la resiliencia, la capacidad de lucha, los sueños… Transcribo uno de sus últimos poemas sobre la muerte, mi muerte. Esa muerte que tanto temor nos da, pero es parte de la vida. La muerte que llevo en mí, dentro de mí, va conmigo, me acompaña en la vida desde que empecé a existir. Y sé que un día o una noche, moriré.   El poema, ¿Sabré morirme yo?  lo encuentras declamado por la autora en su facebook ¿Sabré morirme yo?… ¿Sabré morirme yo, Sabré morirme? Sabré dejarme al mundo y a mis hijos, sabré decir adiós a mi família, sabré decir adiós a mis amigos, sabré cerrar los ojos sonriendo, sabré yo agradecer que ya he vivido, sabré yo comprender que ya es mi hora, sabré dejar mi sitio para que alguien lo ocupe cuando nazca, sabré yo descansar de tanto ruido, sabré soñar con un mundo más justo eternamente cuando me haya ido, sabré dejar mis versos en la tierra pidiéndole a los vivos que dejen de pelear y que se quieran, que se haga más ameno este camino ¿Sabré morirme yo, Sabré morirme? Y lo más importante, ¿sabré yo haber vivido?

© 2022 |  Todos los Derechos Reservados  Colegiata Cielo en la Tierra – Una web de  Mauricio Mardones