Elección, la libertad

Permanecer libre
Sabré morirme

Es una mujer, inquieta, poetiza, actriz, y no deja de sorprendernos. Magdalena S. Blesa, ha publicado varios poemarios, llenos de vida, aprendizajes, inquietudes y reflexiones sobre la vida, la familia, los otros, los que sufren, la resiliencia, la capacidad de lucha, los sueños… Transcribo uno de sus últimos poemas sobre la muerte, mi muerte. Esa muerte que tanto temor nos da, pero es parte de la vida. La muerte que llevo en mí, dentro de mí, va conmigo, me acompaña en la vida desde que empecé a existir. Y sé que un día o una noche, moriré. El poema, ¿Sabré morirme yo? lo encuentras declamado por la autora en su facebook ¿Sabré morirme yo?… ¿Sabré morirme yo, Sabré morirme? Sabré dejarme al mundo y a mis hijos, sabré decir adiós a mi família, sabré decir adiós a mis amigos, sabré cerrar los ojos sonriendo, sabré yo agradecer que ya he vivido, sabré yo comprender que ya es mi hora, sabré dejar mi sitio para que alguien lo ocupe cuando nazca, sabré yo descansar de tanto ruido, sabré soñar con un mundo más justo eternamente cuando me haya ido, sabré dejar mis versos en la tierra pidiéndole a los vivos que dejen de pelear y que se quieran, que se haga más ameno este camino ¿Sabré morirme yo, Sabré morirme? Y lo más importante, ¿sabré yo haber vivido?
Permanecer libre
No queremos flores ni chocolates. Exigimos respeto a nuestra dignidad de ser Mujer

El Día Internacional de la Mujer, se celebra cada 8 de marzo conmemorando la lucha de la mujer por su emancipación y participación en la sociedad con equidad y justicia. Desde hace décadas trabajamos para derrotar la cultura machista, el abuso contra la mujer, el patriarcado… favoreciendo la dignidad y el desarrollo integro de cada persona, especialmente de las mujeres. Hemos avanzado. En este día, honramos y agradecemos a tantas mujeres que luchadoras, tenaces, revolucionarias cambiaron sus mundos y la historia. Este breve y sustancioso escrito que adjuntamos de María Esperanza Sosa, colombiana, expresa bellamente lo que muchos corazones sentimos y vivimos en relación a este día Internacional de la Mujer que, debería ser vivido CADA DIA reclamando el reconocimiento y respeto hacia todas las mujeres. Aún nos queda mucho por avanzar para desechar el servilismo, las violencias y la esclavitud en muchas partes del mundo. Que nuestro pan de cada día sea lograr que ‘la dignidad se haga costumbre’. ********************** Ni flores ni chocolates. Ocho de marzo, día de memoria dolorosa, pero sobre todo, resiliente. Este resistir en la esperanza, que es la mejor definición de resiliencia, me lleva a contemplar los caminos inmemoriales, y en ellos, millares de mujeres formando el gran espiral del origen y la trascendencia: Veo a la mítica Agar, lanzada por la violencia del patriarcado, de la casa de Sara a la sequedad del desierto lleno de peligros y de muerte, llevando abrazado al hijo rechazado y enfrentada al dios de Abraham exigiendo su derecho a existir. Derecho a existir, que piden hoy entre lágrimas y sangre, las mujeres de Gaza e Israel; de Ucrania y Rusia… Veo a María de Nazareth, huyendo a lo desconocido, para salvar el fruto de su vientre de la violencia prepotente y desalmada de Herodes. Y, en esta joven madre desplazada, hoy veo mujeres de todos los rincones de la Casa común, huyendo en medio de la noche entre bombas y ráfagas de metralletas, atormentadas por el hambre y la guerra, «con los pies descarnados sobre los duros caminos de piedra» -como dice una antigua canción-. Veo con dolor y rabia al interior de las comunidades, a mujeres víctimas de la violencia intrafamiliar que muchas veces termina en feminicidios. Hoy recuerdo a Luz Mary y a Naidu, mujeres que se atrevieron a estudiar y a graduarse y, encontraron la muerte de mano de sus parejas, por querer un mundo mejor para las mujeres. Pero por encima de tanto dolor, veo a MUJERES empoderadas que levantan la voz, que caminan con la frente alta, que actúan con conciencia clara en sus comunidades. Mujeres animando a otras mujeres, para que formen círculos abiertos que se conviertan en espirales de Vida. Hoy, es un día para este reconocimiento… No bastaría el papel, para consignar la fértil labor de las mujeres. Esta es la razón para decir que hoy no queremos flores ni chocolates. Exigimos respeto a nuestra dignidad de ser MUJER. Queremos sentirnos Amadas. Valoradas. Aceptadas. Y, seguir luchando como dice Francia Márquez, la vicepresidenta de mi país, que ha sufrido en carne propia el latigazo de la violencia y la discriminación por ser empobrecida. Por ser mujer. Por ser negra:» Hasta que la dignidad se haga costumbre.» María Esperanza Sosa, Córdoba. COLOMBIA, 28.02.2024 |
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