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Desvelos por la Paz

Escribía el filósofo J. M. Esquirol que, en ocasiones, la solidaridad es una suerte de desvelo, la más saludable de las caras del insomnio, la “de no poder salir de la vigilia, de no poder dormirse, de no poder abandonarse a la inconsciencia”. Este es el desvelo que ha mantenido a muchas mujeres en estado de alerta para incidir en bien de sus sociedades, para trabajar en bien de la paz. Trabajo que ha sido reconocido internacionalmente con galardones de gran prestigio. En estas mujeres convive la formación con la astucia y la creatividad. Toda una tradición de vida al margen de los cauces institucionales ha agudizado, sin duda, la generación de vías alternativas para luchar por las cosas que han considerado necesarias o importantes. Y ello sostenido, fundamentalmente, por una tenacidad a prueba de cualquier intento de desaliento o desacreditación: quien ha crecido fuera de los baremos del reconocimiento, se sostiene sin que la falta de apoyo merme lo más mínimo el empeño decidido por mantenerse en la brega. En el caso del Nobel de la Paz, ha recaído sobre mujeres en varias ocasiones desde que Bertha von Suttner lo recibiera en 1905. Su texto «Abajo las armas» (Die Warfen nieder) se convirtió en un acicate para la sociedad de su tiempo: urgía describir con realismo qué es lo que la guerra genera y cuáles eran los ingredientes sociales que, en su opinión, actuaban como cómplices de esa lógica perversa que llevaba a resolver los conflictos a través de la guerra en lugar de hacerlo con el uso de la palabra. Hace unos años, en 2003, era la jurista Shirim Ebadi quien recibía este prestigioso galardón, convirtiéndose en la primera iraní y la primera musulmana merecedora de él. Cuando Ebadi fue apartada de la judicatura con la llegada del nuevo régimen, se concentró en defender los derechos humanos de la mujer y la infancia, además de representar a disidentes y liberales perseguidos por la justicia. Es decir, su empeño es garantizar en lo posible el derecho a un juicio justo, a una defensa profesional de los ciudadanos perseguidos por su desafección al sistema imperante. Como tantas otras de estas mujeres, solo acepta el protagonismo como una contribución a la difusión del trabajo que se está llevando a cabo a favor de la justicia. El convencimiento de Ebadi es que la transformación ha de producirse desde dentro, por eso hay que vertebrar una sociedad civil que no permita a los gobiernos que lleven a la guerra a sus gentes. Por ello claramente se posiciona en que lo invertido en guerra, se invierta en estimular a los movimientos sociales para que sean ellos los que pasen a deponer pacíficamente a los gobiernos dictatoriales. Y, sin ir más lejos, recordemos que el Nobel de la Paz de 2011 ha sido adjudicado a tres mujeres, de largo recorrido activista en bien de la paz y la reconciliación. Se reconoce su lucha por las mujeres, cierto, pero el beneficio de esa tarea redunda en bien de todos por igual. Son agentes del cambio social y político de sus países. El primer ministro noruego afirmó tras hacerse público el nombre de las tres galardonadas, que se trataba de “un tributo a todas las mujeres del mundo y a su papel en los procesos de paz y de reconciliación.” Procedente del ámbito de la economía, Ellen Johnson-Sirleaf se convirtió, al ganar las elecciones de Liberia en 2005, en la primera mujer africana que accedía a la presidencia de un gobierno estatal por vía democrática. Asumió un país roto y dividido por la guerra civil y prometió ser implacable con la corrupción. Poco antes de que esta mujer llegara al gobierno, había tenido lugar una singular campaña encabezada por la activista Leymah Gbowee, asistente social y miembro de la Red de mujeres por la paz y la seguridad en África. Una huelga de sexo fue secundada por mujeres de distintas etnias y religiones con un solo fin: detener la segunda guerra civil que desangraba a ese país, cosa que lograron en 2003. Esa fue, tal vez, la más pintoresca de las iniciativas, pero no fue menor la decisión de poner barricadas en las puertas donde los hombres estaban a punto de romper las conversaciones que tenían que llevar a un acuerdo de paz: no les dejarían salir de allí sin un acuerdo firme para terminar con la guerra. La tríada reconocida en 2011 se completa con la periodista y política yemení, Tawakkul Kerman, que forma parte de la oposición activa al régimen dictatorial vigente desde hace treinta años en la persona de Saleh. Dada la vinculación de Kerman con el grupo de Mujeres Periodistas sin Cadenas, se considera que con su premio se respalda también a los jóvenes blogueros que han sido partícipes fundamentales de las primaveras árabes de 2011. Ella misma se apresuró a dedicar el Premio a todos los jóvenes y mujeres de las revoluciones pacíficas que han estado teniendo lugar en varios países africanos, considerando que el Nobel es una victoria para su revolución. El derecho de la persona a la vida y con él la posibilidad de consecución de la felicidad es lo que tantas mujeres a lo largo de la historia han defendido y promovido con su trabajo en áreas de la vida personal, familiar, social y política, aun cuando para hacerlo hayan tenido que desmarcarse de los roles adjudicados. Estas mujeres, en uso de su libertad, se han adherido y entregado a lo que, como ya decía von Suttler es la mejor de las causas posibles: la del pacifismo, entendiendo que la paz es condición de posibilidad para el desarrollo de una vida plena. Quizá por esa especial sensibilidad, no sea extraño que, dentro de la amplia minoría que suponen las mujeres premiadas con un Nobel con respecto de los varones (algo así como un 5%), sea en la categoría de la Paz donde mayoritariamente han sido reconocidas. Hay quien apunta que es la natural configuración biológica de la mujer preparada para la gestación y la atención de los recién nacidos, lo que hace que el trabajo por la paz de tantas mujeres

Abrazo de cabezas blancas 

Una amistad que data de los años 60, cuando César viajó desde Lima a Santiago de Chile a perfeccionar sus estudios de flauta con los hermanos Alberto y Fernando Harms Saa. En esta imagen los vemos en un escenario en el contexto del 38 Festival Internacional de Flautas de Lima, celebrado recientemente, donde César y Fernando se abrazan de manera emocionada. Un abrazo que además de gratitud y amistad entre ellos, es un aliento para entusiasmar a otros flautistas, especialmente los más jóvenes, a seguir en una profesión que entrega belleza, celebración, agrado y una gran fraternidad.  Pero la profesión musical, es rigor, el músico tiene que aplicar mucha disciplina, varias horas diarias de estudio, aprender y manejar técnicas distintas, perseverancia, dedicación, organización del tiempo y maestros que guíen. El sonido tiene técnicas que comprometen respiración, postura, mucho estudio, puesta en escena, trabajo en equipo. Todo ello implica apertura personal y crecimiento interior. La inversión de un músico apuesta por la belleza, por valores que son imponderables y que de retorno tienen aplausos. El abrazo de estas dos cabezas blancas significa, además de la entrañable imagen de dos seres que son amigos por años, la entrega generosa por un arte sublime, generosidad y esfuerzo.  El Festival Internacional de Flautas de Lima, organizado por César Vivanco Sánchez de manera ininterrumpida desde hace 38 años en el mes de mayo, congrega profesionales de distintas partes del mundo que durante una semana dedican generosamente clases magistrales a estudiantes más jóvenes y comparten experiencias y aprendizajes entre ellos, puro crecimiento y experiencia que se traduce en lazos fraternos también. De esos días en Lima surgen alianzas, fraternidad y compromiso con la música.  Todas las tardes ofrecen un concierto abierto a la comunidad de manera gratuita. Belleza, que a veces parece efímera, pero que nos ayuda a ser mejores personas y que cada uno lleva a sus casas desde lo más profundo de su ser.  Elisabeth Juanola SoriaFuente: Nuestra Sra. de la Paz y la Alegría

Celebremos el feminismo como un soplo de aire fresco

El tema del Día Internacional de la Mujer, » Igualdad de género hoy para un mañana sostenible «, celebrado en marzo de 2022, me recordó a la fallecida Kamla Bhasin , una icónica científica social india y feminista socialista por convicción. Su famosa cita se me quedó grabada para siempre: «¡Los hombres de calidad no le temen a la igualdad!»  Trabajó con las Naciones Unidas durante 27 años en asuntos como igualdad de género y justicia, medios de vida sostenibles, patriarcado, feminismo, políticas de identidad y militarización y, con un programa de propiedad compartida llamado Sangat, una red feminista, para los derechos humanos. Mientras me preparo para las actividades del próximo Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo de 2023, la primera actividad que pensé fue escribirle a Global Sisters Report sobre el tema del feminismo. Kamla Bhasin dijo : «Conozco a suficientes mujeres que son totalmente patriarcales, que están totalmente en contra de las mujeres, que les hacen cosas desagradables a otras mujeres, y he conocido a hombres que han trabajado por los derechos de las mujeres toda su vida. El feminismo no es biológico: el feminismo es una ideología». Creo que para que el Día Internacional de la Mujer sea impactante hay que entender qué es el feminismo. Según el sitio web del Día Internacional de la Mujer, «Gloria Steinem, feminista, periodista y activista de renombre mundial, explicó una vez : ‘La historia de la lucha de las mujeres por la igualdad no pertenece a una sola feminista, ni a ninguna organización, sino a los esfuerzos colectivos de todos los que se preocupan por los derechos humanos.’ « quiero ir más allá; no sólo trabajando colectivamente por los derechos humanos sino por los derechos de todos los seres. El feminismo exige que rompamos los estereotipos y la discriminación entre «nosotros» y «ellos» y abracemos la espiritualidad de «ambos y» donde se valora y celebra la diferencia. Al educar a sus nueve hijas, mi padre adoptó una posición contracultural a favor de la educación femenina; esa fue una opción feminista que iba contra las corrientes de la sociedad patriarcal. Nos hizo valernos por nosotros mismos, al hacer de la educación una alternativa a la dote.  La formación y educación familiar que recibí me hizo tomar conciencia de mi dignidad como persona creada a imagen y semejanza de Dios, y encendió la chispa divina del feminismo. Más tarde, mientras servía a los indígenas desfavorecidos, especialmente a las niñas y mujeres en áreas tribales remotas de Gujarat, Rajasthan, Odisha y Maharashtra; y más tarde, cuando serví como presidente del Consejo de Religiosos de la India en la diócesis de Vasai, me di cuenta profundamente de la desigualdad incrustada en la sociedad india y la actitud discriminatoria hacia las niñas/mujeres. En el camino aprendí que el feminismo no es cambiar las manos que detentan el poder sino cambiar la definición de poder.   Existe un malentendido generalizado de que las feministas son anti-iglesia y anti-masculinas. Que no van regularmente a Misa y reaccionan a los sacerdotes; son personas enojadas, rebeldes que adoptan una postura de confrontación y son demasiado críticas y hacen demasiadas preguntas. Algunos son reacios incluso al uso de la palabra feminismo. Aunque las feministas son en realidad anti-desigualdad y no anti-hombres, ¡para muchos la palabra «feminismo» es una mala palabra!  Veo el feminismo como pro-iglesia, pro-humanidad y pro-ecología, en definitiva pro-todo ser. Si bien algunas feministas en los primeros días adoptaron posturas antipatriarcales extremas, también es bueno tener en cuenta que aquellos que quieren aferrarse al patriarcado tienen un interés personal en etiquetar y difamar a todas las feministas.  El feminismo es una visión del mundo. Al ver la vida desde abajo, critica los sistemas construidos sobre el poder de unos pocos y la impotencia de la mayoría. La cosmovisión feminista promueve el pensamiento y la vida compasivos. Es holístico y fomenta la conexión íntima con la Madre Tierra. Ve la carne como una bendición. El feminismo celebra cualquier movimiento no jerárquico, igualitario en cuanto a la distribución de los recursos, el cuidado del planeta y la dignidad de la vida de todos los seres, y se enfoca en promover la paz cósmica. Una cultura patriarcal entrena a los hombres para ser agresivos y altamente competitivos, por lo que no es de extrañar que tengamos tanta violencia y tantas guerras. Los heridos siguen hiriendo a otros, perpetuando así la cadena de violencia. Todas tienen que pagar un alto precio por ignorar o suprimir la dimensión femenina. Gloria Steinem dijo: «Una feminista es cualquier persona que reconoce la igualdad y la humanidad plena de mujeres y hombres». El feminismo exige un sano equilibrio entre lo racional y lo emocional tanto en mujeres como en hombres. Definir los sexos por rasgos estereotipados y limitarlos por razones físicas a roles separados, debería ser reemplazado por la noción de «ser-idad» cósmica. La diferencia básica entre los sexos es un ejemplo de cómo la naturaleza crea diversidad. Las feministas son hombres y mujeres con diferentes orientaciones, con capacidad intelectual y coraje heroico para desafiar audazmente los poderes religiosos y políticos. En una sociedad de género, las feministas no buscan la igualdad absoluta (que es prácticamente imposible), sino el derecho a ser tratadas en pie de igualdad con los demás seres humanos. El feminismo es una lucha por el reconocimiento del valor de cada ser.  En su libro Heart of Flesh, Joan Chittister explica claramente una cosmovisión alternativa: El feminismo es una nueva cosmovisión… y una espiritualidad, que el mundo y la iglesia ignoran para peligro de todos nosotros y de sí misma también… [no] se trata simplemente de la feminidad. Se trata de otra forma de ver la vida, de otro conjunto de valores diseñados para nutrir un mundo moribundo y rescatar a cualquier persona que haya estado demasiado tiempo bajo sus pies, demasiado ignorada, invisible, invisible. El feminismo se trata de una nueva forma de pensar tanto para las mujeres como para los hombres que están cansados ​​de la carnicería, asqueados por la explotación del mundo, desilusionados por las luchas por el poder y buscando… un corazón de carne en un mundo de piedra. Defender la igualdad y la justicia hará que seamos rechazados, descartados y amenazados por hombres y mujeres con mentalidad patriarcal. Solo los hombres

¿Quién?

El cantautor Luis Guitarra con su música pretende llegar al corazón de la gente. Nace en Madrid (1968)  y se inicia en la música desde muy joven. Realiza cursos complementarios de guitarra moderna con Pepe Milán y de canción con Pedro Guerra, en la Escuela de Música Creativa (EMC) al tiempo que realiza la carrera de Periodismo. Humanista comprometido, ha viajado y trabajado en diferentes ONG’s tanto en Latinoamérica como en Africa. Cuenta en su haber más de 120 composiciones, algunas de ellas ganadoras en certámenes de composición e interpretación. Con su guitarra y creatividad, une música, trascendencia y solidaridad dándole a las letras ese toque de compromiso y reivindicación que son reflejo de su vida. En sus canciones nos presenta lugares y personas que ha conocido, también sus convicciones más íntimas de que es posible un mundo mejor en paz y sin violencia. La canción ¿Quién? de Luis Guitarra es un montaje musical en 🎬 VÍDEO SOLIDARIO ¡Ver este vídeo no tiene precio, pero tú puedes darle valor y aportar lo creas que es justo…! El 100% de tu aportación irá destinada a la ong «COMO TÚ, COMO YO» con la que Luis Guitarra colabora desde hace años para mejorar la vida de muchas otras personas en el mundo. ¿Te apuntas a esta cadena de música y solidaridad? 👉 www.comotucomoyo.org/videos Colabora por BIZUM (03562) Info o pedidos de CDs, talleres y conciertos: 🌐 www.luisguitarra.com ➡️ Facebook – @LuisGuitarraOK ➡️ Twitter – @LuisGuitarraOK ➡️ Instagram – @luisguitarraok

Gente luminosa

Canción de El Arrebato, Javier Labandón, cantautor español de rumba-pop. Sí, me quedo con quien me cuida, me valora y me hace reír. Con quien me escucha atentamente y procura mi bien. Con quién se queda a pesar de todo; me acepta y me ama tal y como soy. Gente luminosa, luz para los otros y nuestro mundo.

Ave Maria

Helene Fischer nació en Krasnoyarsk en la Siberia rusa el 5 de agosto de 1984. Su familia, de ascendencia alemana, se traslada a Alemania cuando ella era joven; estudió música y teatro en Frankfurt. Helene es conocida y exitosa en Alemania; en 2015 lanzó su primer álbum navideño. Compartimos su interpretación del Ave María de Schubert, con una letra solidaria, compasiva, que llega al corazón.

Pasará

Ana Bolívar nació el 8 de enero de 1994 en Bogotá(Colombia). Realizó estudios en Producción Musical en la Universidad de los Andes y se dedica a componer canciones, algunas sobre distintos aspectos de la vida y de la fe. Ha participado en el ministerio de música y canto “Kirios”. Y con la canción “Pasará”,durante la pandemia del Covid-19, nos invitaba a reconocer nuestra fragilidad y a quedarnos en casa.

Vivir la adopción en la adolescencia

En los últimos años el concepto de familia se ha diversificado considerablemente y hoy en día se reconocen numerosos modelos. Así encontramos familias nucleares o tradicionales, numerosas, monoparentales, lesbianas o homomaternales, homoparentales, separadas o divorciadas, reconstituidas, migradas reagrupadas, transculturales o mixtas, adoptivas, de acogida y, en definitiva, cada una mira de encontrar su forma de relación. Pero ser diferente de la mayoría no siempre resulta fácil y por eso hoy escribimos sobre la realidad y la diversidad de uno de estos modelos, a partir de la experiencia en una de las acciones del Instituto Diversitas en los últimos cinco años. El origen de todo es mi propia vivencia personal de la adopción y la importancia que para nosotros ha tenido como familia, el apoyo total de nuestro entorno social en los buenos momentos y en los momentos más difíciles de crisis. La detección de la soledad que puede llegar a vivir una familia adoptiva, una vez superados los tortuosos trámites de la adopción y superada la luna de miel de los primeros meses, junto con el objetivo de la cooperativa de iniciativa social de la que soy cofundadora, han sido el detonante de los espacios de diálogo «Vivir la adopción en la adolescencia» «Un espacio donde compartir experiencias personales» El objetivo de este espacio ha sido, desde el primer momento, propiciar un espacio de diálogo y acompañamiento entre familias adoptivas, con hijos e hijas en edad adolescente o con esta etapa ya superada, a través de unas tertulias mensuales, donde se comparten las experiencias personales. Se ha creado un espacio en el que compartir experiencias de éxito, intentando romper dinámicas estancadas en el tiempo que a menudo dañan las relaciones entre los diferentes miembros de las familias. En Cataluña, desde el año 1998 y hasta 2016 se han producido alrededor de 14.200 adopciones de origen internacional. Muchas de aquellas criaturas son hoy jóvenes mayores de edad que, con voz propia, posibilitan hacer una valoración de los éxitos y fracasos de esta fórmula de vinculación familiar. Alrededor de las adopciones, como de otras realidades desconocidas para una gran parte de la población, hay ciertos estereotipos y prejuicios. A menudo se estigmatiza una medida que pretende precisamente, proteger los derechos de los menores, ya que a menudo la sociedad culpabiliza la adopción de comportamientos como el abandono escolar prematuro o las relaciones conflictivas. A partir de la experiencia de casi cinco años organizando y dinamizando tertulias donde las familias adoptivas y los propios jóvenes adoptados pueden expresarse abiertamente y sin juicios, podemos afirmar que lo que estas familias expresan, pone en evidencia la frecuente situación de soledad, la necesidad de acompañamiento, de reflexionar y aprender conjuntamente a gestionar y disponer de herramientas para apoyar a nuestros hijos e hijas ante numerosas cuestiones que han marcado las conversaciones de los encuentros. Así pues, la propuesta temática está marcada por las inquietudes de las propias personas participantes y a lo largo de estos años ha girado en torno a la comunicación, la aceptación del proceso adoptivo, cómo vivir y acompañar la superación del abandono; cómo convivir con la existencia de una familia biológica (a menudo desconocida), cómo vivir los procesos de duelo; cómo afrontar situaciones de discriminación por el hecho de tener un origen diferente al de la mayoría; cómo afrontar las dificultades de aprendizaje a menudo relacionadas con las dificultades de la gestión emocional, las posibles situaciones de discriminación generadas por la diversidad de origen y cultural en las adopciones internacionales, el bullying al que a menudo se enfrentan los niños por el hecho de ser adoptados, la construcción de la identidad de las personas adoptadas, y muchos otros que vamos enfocando desde diferentes perspectivas con el apoyo de las personas que dinamizamos las sesiones. «El éxito de las tertulias es que son un espacio de confianza y seguridad donde no nos sentimos juzgados» El éxito de las tertulias ha sido y es, la posibilidad de dialogar a partir de la experiencia y de poder hacerlo en un espacio de seguridad. Algunas de las participantes la han definido como «un espacio de confianza en el que compartir la experiencia de la adopción cuando llega la adolescencia, sin sentirnos juzgados», un momento en el que nuestros hijos e hijas se enfrentan a vivencias, sentimientos y situaciones no siempre fáciles de afrontar y, a menudo, difíciles de acompañar. El año 2019 se incorporaron a este espacio, jóvenes de origen adoptivo, mayores de edad que tienen la inquietud de apoyar a otros hijos e hijas adoptivos que hayan vivido situaciones similares a las vividas por ellas y dando una perspectiva bastante iluminadora a las familias que participan. Y en este proceso, desde los inicios del año 2020, contamos con la colaboración como co-dinamizadoras de las tertulias, de dos jóvenes adoptadas en Etiopía y República Dominicana. Consideramos que el diálogo en un espacio seguro, entre las jóvenes y las familias, aporta nuevas miradas a algunas de las situaciones que plantean muchas de estas familias. Asimismo, hemos conseguido implicar en las tertulias a otros actores sociales vinculados a la adolescencia como es el profesorado, a menudo también falto de conocimiento de los procesos adoptivos pero que es crucial para su intervención socio-educativa con los adolescentes y un colectivo que necesita también un cambio de mirada, ya que uno de los detonantes de las familias, para participar en los espacios de diálogo, es la aparición de dificultades con los estudios debido al malestar producido por las situación antes descritas y que genera vulnerabilidades añadidas a estos adolescentes Fruto de las reflexiones de estos años, recientemente hemos dado un paso más con el objetivo de desestigmatizar la adopción, ya que a menudo ciertas problemáticas se asocian directamente a esta realidad. Y con este objetivo, entre algunas familias, jóvenes adoptadas y el equipo del Instituto Diversitas hemos creado unos videos de sensibilización breves que pretenden visibilizar y desmontar algunos de los estereotipos y prejuicios generados sobre el hecho adoptivo. «Los principales aprendizajes» El espacio de tertulia «Vivir la adopción en

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