1. Encuentro teológico «Aquí en el cielo»

Encuentro organizado por la Colegiata Cielo en la Tierra y la Universitas Albertiana. Trata de la relación entre cielo y tierra. Hoy muchos teólogos afirman que el mundo celeste y terrestre no están completamente separados ni ajenos entre sí. El cielo no es un añadido a nuestra existencia después de nuestra muerte. El teólogo belga Roger Laenaers dice: tenemos que despedirnos de la idea que existen dos mundos: un mundo de arriba y un mundo de abajo. El cielo está en la profundidad de lo real. Ponentes: Cinto Busquet, «Eternidad y Trascendencia desde una perspectiva interreligiosa» María del Mar Albajar, «¿Qué es el cielo?» María Dolores López Guzmán, «El Cielo no puede esperar» Peio Sánchez, «El primero en el paraíso» Gemma Manau, «Dimensión eutópica de la fiesta» ————————————————- Cinto Busquet, «Eternidad y Trascendencia desde una perspectiva interreligiosa» Cinto Busquet es especialista en Teología de las religiones. Actualmente es párroco en Calella. Ha vivido en Japón, Suiza e Italia. En su conferencia “Eternidad y Trascendencia desde una perspectiva interreligiosa”, nos habla de su experiencia y comparte su conocimiento de las otras religiones. Nos introduce en lo que sería la especificidad del cristianismo. El cielo está aquí porque Jesús está aquí. Maria del Mar Albajar, «¿Qué es el Cielo?» Maria del Mar Albajar es abadesa del Monestir de Sant Benet, Montserrat. Es economista, teóloga y trainer de Focusing. Hablamos con ella sobre el cielo y sobre la vida monástica como proyecto de vivir un trozo de cielo en la tierra. Sus respuestas son claras y profundas y nos dice que el cielo incluye cruz. María Dolores López Guzmán, «El Cielo no puede esperar» Es licenciada en Filología Hispánica y doctora en Teología. Es casada y madre de tres hijos. Actualmente dedica su tiempo a los Ejercicios Espirituales (Ignacianos), y al acompañamiento espiritual de personas. En esta conferencia intitulada “El cielo no puede esperar”, habla de la importancia de invertir ya desde ahora en “cosas de la eternidad”. Hay cosas que permanecen. No solamente hay una vida después de la muerte, ya antes estamos “tocados de eternidad”. Podemos apoyarnos en la vida de Jesús. Él es porción de cielo en la tierra. Es autora del libro “Aquí en el cielo”. Peio Sánchez, «El primero en el paraíso» Peio Sánchez es párroco, teólogo y especialista en cine espiritual. Muy conocido en Barcelona por su trabajo en la parroquia Santa Ana, donde montó con un equipo un hospital de campaña para atender a las personas que viven en la calle. En su conferencia «El primero en el paraíso», nos habla del poder del mal, del sufrimiento, de las injusticias… Nos dice de vigilar nuestras palabras; no hablar sin haber pisado esta realidad. Se trata de tener la perspectiva de los últimos. La fraternidad es el lugar del cielo en la tierra. La eucaristía es el lugar donde se recupera la fraternidad, es la celebración de los heridos, que somos todos. Podemos celebrar, aunque sea de noche; porque Dios nos sigue convocando a una fraternidad de todos. El cielo no es una perspectiva individual, es un acontecimiento cósmico. Vamos viviendo procesos de resurrección. Gemma Manau, «Dimensión eutópica de la fiesta» Gemma Manau es miembro de la Colegiata Cielo en la Tierra. Es licenciada en química y ahora se está doctorando en teología. Ha vivido en diferentes países: República Dominicana, Suiza, Portugal… Actualmente trabaja como responsable del servicio de atención espiritual y religiosa de la Fundación Privada Llegat Roca i Pi. En su conferencia intitulada “Dimensión eutópica de la fiesta”, desarrolla a partir de textos inéditos de Alfredo Rubio de Castarlenas, una definición de la fiesta. Incluye la alegría de existir, la humildad óntica, la dimensión cósmica del ser, el don, la gratuidad, la saciedad, el gozo… Muestra como la fiesta tiene una dimensión eutópica: nos enseña el buen camino hacia la fiesta escatológica. Según Alfredo Rubio podemos experimentar la eternidad en el tiempo en soledad y silencio, en la fiesta y en el amor. El amor es el contenido de la fiesta. ¡Cuánta eternidad hay en un beso!

Vivificar nuestra zarza ardiente interior

En muchas representaciones de Pentecostés se ven dibujadas unas llamas de fuego encima de los cabezas de los discípulos. Parece como si estas llamaradas han caído del cielo, desde fuera… Pero tengo la profunda convicción que estamos habitados por el Espíritu Santo desde el principio de nuestra existencia. Somos Templo del Espíritu Santo: todo ser humano está habitado por Él. Es un don, es algo dado con nuestro ser. No depende de haber recibido el bautismo, o de celebrar una fiesta. El texto de los Hechos de los apóstoles nos dice: se produjo desde el cielo un estruendo, como de viento que soplaba fuertemente, y llenó toda la casa (Hch 2,2). En nuestro interior hay una zarza ardiente, un “yo soy”, y cuando sopla el viento, se enciende. Las llamas de Pentecostés vienen de nuestro interior. Etty Hillesum en su diario escribe: «Un pozo muy profundo hay dentro de mí. Y Dios está en ese pozo. A veces me sucede alcanzarle, mas a menudo piedra y arena le cubren: entonces Dios está sepultado. Es necesario que lo vuelva a desenterrar» (Diario, 97). La fiesta de Pentecostés nos invita a desenterrar nuestra zarza ardiente interior, y dejar que el soplo la vivifique. Hemos recibido con nuestro ser todo lo que necesitamos para santificar el mundo, para inundar el mundo con el fuego del amor. La zarza del Horeb no se consumió; nunca se apagará. Por ello siempre hay esperanza que nuestros corazones ardan, y nos impulsen a trabajar para una nueva humanidad. Pauline Lodder

Mujeres bíblicas

Silvia Martínez Cano, presidenta de la Asociación de Teólogas Españolas, coordina la colección Mujeres bíblicas editado por SAN PABLO. Se trata de unos libros formato bolsillo, que nos hacen descubrir la vida de numerosas mujeres presentes en la Escritura.La belleza de las portadas y del gráfico, la profundidad de los textos escritos por teólogas reconocidas, y las proposiciones para una dinámica grupal, hacen que esta colección sea un auténtico tesoro para divulgar una teología elaborada desde la feminidad.

Desenterrar a Dios

DESENTERRAR A DIOS, El proceso espiritual de Etty Hillesum, Ana Martín Echagüe SEMD, Editorial Sal Terrae, 2021  La autora Ana Martín Echagüe es formadora. Investigando sobre el poder de transformación de la fe, estudió el proceso espiritual de Etty Hillesum. Etty vive un crecimiento humano y de fe impresionante en medio del Holocausto. Ana Martín lo describe con gran claridad y termina con una proposición de un itinerario espiritual para hoy.También añade dos apéndices interesantes: uno que ayuda a entender el contexto histórico y otro con un elenco de algunas oraciones donde Etty se dirige explícitamente a Dios. El libro es un tesoro para acercarse a Etty que con su testimonio nos invita a desenterrar a Dios, a no añadir ninguna gota de odio al mundo de hoy, y a confesar la belleza de la vida en toda circunstancia.

Entre Oriente y Occidente

Diseño de cubierta: Antonio Santos Entre Oriente y Occidente, Cinto Busquet, Editorial Ciudad Nueva, 2007 El autor, Cinto Busquet (Gerona, 1961) ha vivido 17 años en Japón, donde se licenció en Teología. Se ha especializado en Teología de las religiones. Desea compartir sus vivencias y su unicidad; ofrecer lo que lleva dentro… Nos abre horizontes, y nos estimula a pensar y preguntarnos sobre lo que es esencial. El último capítulo nos habla del rostro de Dios. Dios se muestra a través de los demás y con los demás. Sin duda el testimonio de Cinto, sincero y lleno de belleza, nos ayuda a encontrarnos con Dios.

Aquí en el cielo

Aquí en el cielo, María Dolores López Guzman, editorial Sal Tarrea, 2016 La autora María Dolores López Guzmán es licenciada en Filología Hispánica y doctora en Teología. Ha sido profesora colaboradora en diversas instituciones universitarias. En la actualidad dedica su tiempo a los Ejercicios Espirituales, el acompañamiento espiritual, la comunicación oral a través de charlas y conferencias, y la escritura.  El libro “Aquí en el cielo” nos ayuda a no oponer el cielo y la tierra, como si el primero fuera el mundo perfecto, frente a lo imperfecto. Los dos mundos – celeste y terrestre-, no están completamente separados ni son ajenos entre sí. Y, desde luego, el cielo no es un añadido a nuestra existencia después de nuestra muerte. Cristo ha venido para instaurar entre nosotros el Reino de los Cielos que no tendrá fin. Él es porción de cielo en la tierra. Hay que mirarlo a Él y seguirle para encontrarse con el cielo. Tenemos que despedirnos de la idea de que existen dos mundos: un mundo de arriba y un mundo de abajo. El cielo está en la profundidad de lo real.

La transparencia de Dios en el Universo

Pierre Theillard de Chardin, un jesuita paleontólogo y filósofo a caballo entre el siglo XIX y el XX, escribía lo siguiente en su obra El medio divino: «Si se puede modificar ligeramente una expresión sagrada, diremos que el gran misterio del cristianismo no es exactamente la aparición, sino la transparencia de Dios en el Universo. Sí, Señor, no sólo el rayo que roza, sino el rayo que penetra. No tu epifanía, Jesús, sino tu diafanía»  Lo que maravilla a este jesuita no es el hecho que Dios irrumpa en la historia de la humanidad, sino la transparencia de Dios en el Universo. Dios se deja ver en y a través de lo que crea por y desde su amor. Esto significa que Dios no es un demiurgo que crea el cosmos y separándose de él lo deja a merced de sus propias leyes, sino que lo sostiene y lo habita desde su mismo interior. En el fondo de nuestro ser todos llevamos inscrita la imagen de Dios (Gn 1, 26), toda realidad es reflejo de la belleza de Dios. Alfredo Rubio afirmaba que todos, por el hecho de existir, somos mensajeros de Dios, damos testimonio del Creador, aunque a veces seamos tan sólo escuálidos mensajeros o incluso contra-mensajeros, opacando esta imagen de mil formas, con mil soberbias y orgullos, impidiendo la diafanía de Dios en nosotros. Dios no irrumpe desde fuera de la creación sino desde el corazón mismo de ésta. ¿Invalida esto la revelación de Dios en Jesús? No, en absoluto. Precisamente es en Jesús donde esta diafanía es perfecta, es en su humanidad donde se transparenta más nítidamente el rostro del Padre: «quien me ve a mí, ve al Padre» (Jn 14, 9), al punto de que es La Palabra de Dios hecha carne. Actualmente lidiamos mal con el límite, con el sufrimiento, con la muerte. Creemos que si tuviéramos un tiempo indefinido conseguiríamos la cura para todos nuestros males, vivimos la muerte con angustia, en vez de vivir nuestra finitud con gozo y alegría. Buscamos la perfección en todo, o quizá en casi todo, menos en aquello que Dios nos propone, la perfección en el amor que hace llover sobre justos e injustos. Cuando nosotros buscamos erróneamente convertirnos en seres absolutos rehuyendo el límite, Dios lo que hace es habitar en el interior de lo creado, que por ello es limitado. Cuando lo buscamos lejos y fuera de nosotros, Él nos espera en los más íntimo de nuestro ser. Este es el misterio que nos preparamos para celebrar, el Dios que crea y que habita lo creado, esta es la grandeza de la creación, que aun siendo limitada es habitada y sostenida por Dios. Nos preparamos para celebrar el nacimiento de ese niño que es total diafanía de Dios. Texto: Gemma Manau Fuente: https://hoja.claraesperanza.net/2022/10/la-transparencia-de-dios-en-el-universo/

Dime como ser pan

Salomé Arricibita, cantautora, nació en Pamplona (España) en 1966, apasionada de la música y de la naturaleza. Estudió medicina y música. En esta canción: “Dime cómo ser pan”, se pregunta cómo ser alimento que sacia y trae paz.

Cenizas

Si las cenizas existen,existe un fuego,un brasero ardienteen alguna parte… Las cenizas y el fuegoson parte de una misma realidad.Las cenizas son el resultadode un fuego incandescente de amor. Cenizas,signo de tanto amor dado.Cenizas,signo de tanto amor a esperar. Cuaresma, cuarenta díaspara transformartodo lo que nos estorbaen un inmenso fuego pascual. Pauline LodderFuente: Luz de clara esperanza, Edimurtra

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