
La amistad espiritual es el mayor regalo que Dios nos puede dar en esta vida, decía Elredo de Rieval, monje del siglo XII que escribió un libro para ayudarnos a vivir relaciones de amistad que sean caminos de encuentro espiritual.
La meta de una amistad espiritual no es el amigo o la amiga, sino el caminar hacia la experiencia de comunión con Dios, con la naturaleza, con los demás y el/la amigo/a y con la persona misma.
Compartimos este articulo interesante de José Antonio Vázquez Mosquera en la revista ALANDAR
https://alandar.org/espiritualidad/la-espiritualidad-de-la-amistad